Mientras el Mediterraneo seguía con una sequía histórica, decidimos subir al Cantábrico. Menudo contraste, que manera de bombear, mar de fondo perfecto con unas proporciones a las que no estamos acostumbrados (que se juntaban con el tiempo de parón). Costo encontrar el spot adecuado a las circustancias, pero alfinal dimos con él!
Un viaje duro, por el choque con la realidad, aún nos queda para poder surfear algunas de las olas que vinos; pero a la vez muy gratificante por volver a sentir la emoción de coger una ola; donde estuvimos con amigos, Pepito y Tamy; y en el que además de reencontrarnos con el surf, pudimos ver, increible el Brusco, surfing del bueno!
Un viaje duro, por el choque con la realidad, aún nos queda para poder surfear algunas de las olas que vinos; pero a la vez muy gratificante por volver a sentir la emoción de coger una ola; donde estuvimos con amigos, Pepito y Tamy; y en el que además de reencontrarnos con el surf, pudimos ver, increible el Brusco, surfing del bueno!







